La aerolínea irlandesa Ryanair prevé "dejar en tierra" la "mayoría" de su flota de aviones durante los próximos "siete o diez días" para hacer frente a la crisis del coronavirus, al tiempo que reducirá un 80 por ciento su capacidad durante los próximos meses de abril y mayo.

La compañía informó este lunes, en un comunicado, de que también "está tomando medidas inmediatas" como la suspensión de nuevas contrataciones, despidos temporales y reducción de horas de trabajo y salarios, para limitar los "gastos operativos" y mejorar "el flujo de capital".

"Estamos trabajando con nuestra gente y nuestros sindicatos en todos los países de la UE para hacer frente a esta situación extraordinaria y sin precedentes del Covid-19, cuyo impacto y duración es, de momento, imposible de determinar", señaló Ryanair.

La aerolínea líder en Europa del sector de bajo coste indicó que, después de estas medidas inmediatas, "no descarta" paralizar "toda la flota de aviones", dependiendo de la evolución de la pandemia.

"Nuestro objetivo ahora es completar la mayor parte del calendario de vuelos programados, según lo permitido por los Gobiernos nacionales, durante los próximo siete días, de manera que podamos, cuando sea posible, repatriar clientes, incluso con la imposición de prohibiciones de vuelos y la reducción de los servicios esenciales de aeropuertos y de los controladores aéreos", pormenorizó.

En la misma nota, el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, insistió en que la "prioridad" de la compañía es el "bienestar" de su "plantilla y pasajeros".

O'Leary subrayó que la aerolínea es "resistente" y presenta "un balance de cuentas muy fuerte", con "una liquidez sustancial", lo que le permitirá, "con las acciones apropiadas", sobrevivir durante un "periodo prolongado de vuelos reducidos" o de "cancelación total".