Directora médica y epidemióloga del Hospital de Fuerteventura
Guadalupe Alemán: “Si nos confiamos puede que haya un brote muy gordo y no tengamos los suficientes recursos para acotarlo”
Directora médica y epidemióloga del Hospital de Fuerteventura
Guadalupe Alemán es uno de los rostros de la lucha contra el Covid-19 en Fuerteventura. Esta profesional de Medicina Preventiva es, desde noviembre de 2019, directora médica del Hospital Virgen de la Peña. A pesar de que el coronavirus parece que ha dado un respiro en la Isla, con un solo caso activo al cierre de esta edición y tras más de dos semanas sin sumar nuevos contagios, Alemán pide no bajar la guardia. Cualquier paso mal dado puede dar lugar a un nuevo brote y colapsar los servicios sanitarios.
-Al principio se hablaba de unos síntomas concretos, pero el abanico se ha ido ampliando...
-Al principio se pensaba que el coronavirus provocaba síntomas respiratorios. Existen muchos virus que dan una sintomatología respiratoria. Al ser un virus nuevo, y hasta que no se han empezado a ver más casos y se han estudiado, no se ha sido consciente de que los síntomas eran más de los que se creía. Primero era fiebre, tos seca y sensación de falta de aire. A medida que iban pasando los días, nos dimos cuenta de que había pacientes con diarrea o vómitos. A mitad de la pandemia, empezó la pérdida del gusto y el olfato. Hay otros muchos menos frecuentes, como las alteraciones dermatológicas. En un principio, se era muy estricto con los síntomas respiratorios y luego se fueron incluyendo otro tipo que, en un primer momento, no estábamos teniendo tan en cuenta. A lo mejor ahí se nos escaparon algunos casos.
-¿Por qué es tan alta la tasa de letalidad en el Covid-19?
-El ser humano no tenía inmunidad. Al no tener inmunidad no tenía los anticuerpos para reaccionar frente a ello. Los estudios comparativos con otro tipo de virus no hablan de que sea más letal con respecto a otros similares. Pero como apareció tan de golpe y el ser humano no tenía inmunidad cabe pensar que se ha muerto mucha gente.
-¿A qué factores puede deberse que, en Fuerteventura, haya habido tan pocos contagiados, 44 de forma oficial, respecto al volumen de su población?
-En Fuerteventura creamos desde el inicio un grupo de gestores de casos formado por un equipo de 10 enfermeros y cuatro médicos. Cuando se controlan los contactos estrechos se tiene, prácticamente, controlada la pandemia. Los estudios del coronavirus dicen que, por cada persona positiva, la transmisión se puede producir entre dos y tres personas. Cuando se controlan, los estudios dicen que esos contagios se pueden reducir a cero. Eso, si sale un positivo y se hace un buen estudio de los contactos estrechos y se le aplican las mismas medidas, como el aislamiento domiciliario. En Fuerteventura, eso lo hemos hecho muy bien. Hemos controlado todos los contactos estrechos de los positivos. Además, hay que sumar otros factores, como el cierre de fronteras, el hecho de que Fuerteventura tenga poblaciones distanciadas unas de otras y que su gente ha sido muy responsable. Al final, todo eso repercute y da buenos resultados.
-¿Y el número de fallecidos?
-Hemos tenido pocos casos y, cuantos menos casos hay, más atención se puede dedicar a los que sí lo tienen. Hemos tenido casos muy complicados en la UCI de nuestro hospital y han salido adelante. Además, tenemos muy buenos profesionales sanitarios en la Isla que se han podido dedicar, exclusivamente, a esos pacientes. Si hubiéramos tenido más, con el personal que tenemos, a lo mejor no podíamos estar hablando de cero fallecidos.
-¿Afectan las condiciones del clima al número de contagios?
-Lo que se sabe con respecto al clima es que durante el invierno no se producen más contagios que en verano. Pero no es por el clima sino por las condiciones que eso provoca en la población. En invierno, lo que ocurre es que la gente se junta más, hay más hacinamiento. La principal vía de transmisión de los virus y de las bacterias es por el contacto y las gotitas. Por tanto, si en invierno la gente está más junta es más probable que se transmita. En cambio, si en verano está más separada es probable que se transmita menos. Además, ocurre que si un virus o una bacteria se queda en la superficie y hay calor externo muere antes que si está en el frío. No es que haya menos transmisión del virus por vivir en un clima más cálido.
“Va a haber un cambio en nuestra forma de relacionarnos hasta que llegue una vacuna y sea eficaz. Todas las romerías, festivales o verbenas no deberían realizarse”
-El Gobierno de España ha planteado un plan de desescalada que, en el mejor de los casos, podría durar seis semanas. ¿Por el número de contagios que hay en la Isla, podrá Fuerteventura seguir a rajatabla ese desconfinamiento?
-Para pasar de una fase a otra se tienen que cumplir una serie de condiciones. No sólo las fases a nivel social sino también las fases a nivel sanitario. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decía que si las cuestiones epidemiológicas lo permitían se pasaba de una fase a otra, pero para que se cumplan las cuestiones epidemiológicas también tienen que pasarse las fases dentro del ámbito sanitario. Y ahí está mucho más complicado. Implica a muchos profesionales sanitarios y a muchos pacientes. Está el plan de desescalada a nivel social, pero también el del sistema sanitario y ese conlleva, por ejemplo, que en la última fase habría que hacerle pruebas a todo paciente que ingrese o se vaya a operar. En la parte sanitaria, tenemos muchos problemas para pasar de una fase a otra.
-A lo largo del año hay programadas grandes concentraciones: fiestas patronales, festivales, competiciones deportivas e, incluso, la fiesta de la patrona. ¿Se podrán hacer, tal y como se han venido haciendo hasta ahora?
-No. Va a haber un cambio en nuestra forma de relacionarnos hasta que llegue una vacuna y sea eficaz. Por lo que sé de vacunología estimo que hasta un año o año y medio no vamos a tener una vacuna en la población. Hay algunas publicaciones que hablan de que, en septiembre u octubre, pero hay que ser prudentes. Todo lo que sea evitar aglomeraciones va a ir a favor nuestro y va a evitar que se contagie. Todas las romerías, festivales o verbenas no deberían realizarse.
-¿Qué riesgos puede ocasionar no llevar a cabo un correcto desconfinamiento?
-Nosotros no estamos en la situación epidemiológica de otras islas como La Gomera o El Hierro, que tienen cero casos desde hace un mes y, por tanto, se entiende que puede haber cierta flexibilización del confinamiento. En el caso de Fuerteventura, sigue habiendo algún caso activo y, por tanto, ese virus puede circular. Ser incauto o ser más flexible en ese tipo de medidas puede provocar que vuelva a haber un brote del virus. Por eso, es muy importante que nosotros, que no hemos sufrido mucho la infección, tengamos todo bien estudiado y estructurado y vayamos lentos en el progreso de desescalada para que no se provoque un brote. Si esto ocurre, lo que pasó en Madrid en dos días puede pasar en Fuerteventura también en dos días. Tenemos que ir poco a poco y viendo cómo se comporta el virus y si empieza a circular de nuevo en nuestra población para, si se produce un repunte, contenerlo rápidamente. Si somos demasiado confiados y volvemos a abrir todo puede que haya un brote muy gordo y no tengamos los suficientes recursos para acotarlo.
“El certificado libre de Covid te indica que el día que te hiciste la prueba no tenías el coronavirus, pero ni siquiera te dice si estabas en el periodo de incubación y lo has podido desarrollar”
-Si no se cumplen las medidas, ¿qué riesgos corremos?
-El virus se transmite entre las personas y si la gente no es capaz de cumplir el distanciamiento mínimo y necesario para controlar la propagación lo que va a ocurrir es que vuelva a aumentar la transmisión y volvamos a tener brotes hasta que la gente entre en conciencia. El distanciamiento social es una cuestión, junto a la higiene de manos, que la población debe grabarse en su mente y cumplirlo a rajatabla durante un año o dos. Si no estamos cerca entre nosotros, no hay transmisión posible.
-Durante estas semanas, hemos oído críticas respecto a que no se están haciendo test a personas que han estado en contacto directo con contagiados. ¿Por qué no se les hacen esas pruebas?
-La PCR lo que mide es la carga viral que tiene la persona. Si es directamente proporcional a los síntomas. Puede ser asintomático y tener el virus, pero tenerlo en muy poca cantidad. Lo que hacemos con los contactos estrechos es esperar a que haya síntomas. Está establecido en el protocolo que si eres un contacto estrecho de una persona positiva y estás totalmente asintomático tienes que estar 14 días de aislamiento y esperar a ver si aparecen síntomas. Si después de esa fecha, no ha desarrollado síntomas se entiende que no tiene el virus. No es una ciencia exacta, pero es lo que hemos visto. De hecho, hemos tenido casos de contactos estrechos que han manifestado síntomas muy leves, le hemos hecho la prueba y han dado negativo. El asintomático no tiene ahora mismo ningún criterio porque puede dar falso negativo. Ese es el problema de hacer la PCR en asintomáticos. No solo puede dar falsos negativos sino la sensación de seguridad de que no tiene el virus cuando, a lo mejor, está en el periodo de incubación.
-Ha habido una polémica respecto a los dos trabajadores de la residencia de mayores de Casillas del Ángel tras dar positivo en el test y días después negativo. ¿Realmente qué es lo que ha pasado?
-Cuando una PCR da positiva es positiva. No hay falsos positivos en el coronavirus mediante PCR, otra cosa es los test rápidos. Un positivo es positivo. Ha podido pasar que estuvieran en la fase final de la infección y los pillamos justo a tiempo, de casualidad, o bien que fueran de esas personas que son asintomáticas, que sean portadores pero no tuvieran una carga viral suficiente.
-Como directora médica del Hospital, puede explicar qué protocolo se va a aplicar para evitar aglomeraciones en el centro sanitario una vez se puedan volver a realizar las consultas médicas.
-Aún no lo hemos cerrado al cien por cien. Estamos estudiando, precisamente, que la actividad ordinaria sea de mañana y de tarde, de tal forma que las consultas estén más distanciadas para que los pacientes no coincidan en las salas de espera. Además, ya tenemos establecidas las distancias mínimas entre las personas para que no se comuniquen entre ellas. Luego, hay medidas generales, como acudir con la mascarilla al centro de salud o al hospital, evitar ir acompañado o con un solo acompañante en aquellos casos en los que haya personas dependientes o niños. Esas medidas las estamos estudiando e incluyendo en unos protocolos que publicaremos en unos días. Se trata de ir adaptándonos según vayan yendo las cuestiones epidemiólogas en Fuerteventura.
-¿Para qué sirven los test de seroprevalencia que se están realizando?
-Sirven para ver el estado inmunológico que tiene la población. Es decir, si han pasado o no el coronavirus y para conocer la realidad o una representación de la realidad de lo que ha pasado en las diferentes poblaciones.
-¿Comparte la opinión de muchos expertos que ya aventuran una segunda oleada en los meses de octubre o noviembre?
-Lo comparto plenamente. Los virus no todos son estacionales, pero la mayoría sí. Como comenté antes, con el frío se producen más hacinamientos y, por tanto, la transmisión es mayor. En otoño, volverá a pasar lo mismo. La gente se quedará más en sus casas y se transmitirá mucho más fácil. Todos los epidemiólogos lo esperamos. Si no hay una vacuna que llegue antes va a haber una segunda oleada e, incluso, peor porque esta primera oleada nos pilló ya al final de la temporada de frío.
-En Canarias, el Covid-19 lo han pasado, relativamente, pocas personas. Algunos especialistas hablan del efecto rebaño. Es decir, cuanto menos contagios, más posibilidades hay de contagiarse en una segunda oleada. ¿Está de acuerdo en ello?
-En Madrid ha habido muchos y su población tiene más inmunidad, nosotros lo contrario. Estamos, prácticamente, vírgenes en inmunidad con respecto al coronavirus. Eso significa que si vuelve a haber una segunda oleada nos va a pillar. Además, si no se aplican las medidas desde el principio drásticamente en la línea de que se suspenden eventos sociales multitudinarios, o se bloquean los puertos y aeropuertos, va a haber una rápida transmisión y los que no lo pasamos en el momento lo pasaremos entonces. Por eso, es importante hacer, poco a poco, la desescalada. Al final, solo hay dos vías de crear inmunidad: mediante vacuna o cogiendo el virus.
“Ver el estado inmunológico de toda la población para que ellos, tranquilamente, salgan a la calle me parece, personalmente, que no es viable. La mayoría no ha pasado el virus, por tanto, va a dar negativo”
-La sociedad majorera reclama más test para conocer la realidad de la pandemia en la Isla. ¿Comparte la opinión de que es necesario hacer más pruebas antes de sacar a la gente a la calle sin restricciones?
-Ver el estado inmunológico de toda la población para que ellos, tranquilamente, salgan a la calle me parece, personalmente, que no es viable. La mayoría no ha pasado el virus, por tanto, va a dar negativo. ¿Cada cuánto tiempo entonces se van a tener que hacer esos test? Sería una cantidad de recursos los que se consumen que, desde mi opinión como gestora, no veo que sea la estrategia adecuada para controlar a la población. Otras medidas son más efectivas como la higiene de manos. Se puede controlar con ella más que sabiendo el estado inmunológico de la población.
-¿Se ha llegado tarde a hacer los test al personal sanitario?
-Esta crisis nos ha pillado a todos de nuevas. Es muy difícil establecer cuándo hay que hacer determinadas cosas. En la primera fase, estábamos en la de contención de la pandemia y se trataba de controlar los sintomáticos. Ahora, que hemos reducido el número de casos, ya podemos entrar en otra fase y ahí está el estudio para ver cómo están nuestros sanitarios y personal de residencias, que son los más vulnerables. La siguiente es ver cómo ha afectado esto a la población. No se puede hacer todo al mismo tiempo. Se acabará haciendo a todos, pero hay que priorizar. Primero los sintomáticos, luego los sanitarios, priorizando aquellas áreas más críticas donde se han tratado pacientes con coronavirus, y luego se va ampliando el margen. No sé si se llega tarde o no. A posteriori es muy fácil decir que deberíamos haberlo hecho antes.
-Desde el punto de vista médico, ¿qué medidas se podrían aplicar para ir reanudando la actividad turística en la Isla? ¿Podría ser una opción sería el certificado libre de Covid-19?
-El certificado libre de Covid te indica que el día que te hiciste la prueba no tenías el coronavirus, pero ni siquiera te dice si estabas en el periodo de incubación y lo has podido desarrollar. Tener un certificado que diga que eres inmune tampoco dice nada porque está habiendo ya publicaciones que apuntan a que se puede reactivar el virus y, por tanto, desarrollar la infección. Para mí es mucho más efectivo incidir en las medidas que funcionan desde hace muchos años: la higiene de manos y el distanciamiento.
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